jueves, 3 de noviembre de 2011 |

Solidaridad, he ahí el cariz.

Viñeta obtenida de "laaldeaglobal.com"

Durante todo este tiempo he escuchado, por parte de personas de muy diferente ideología, diversas opiniones sobre la situación actual del país, sobre nuestro sistema político, sobre la posibilidad de un cambio y hacia dónde encaminarlo... Así como sobre la gente que se manifiesta en la calle "indignada" para conseguirlo o para al menos expresar que ese cambio es necesario, que no es poco.

En especial sobre las manifestaciones, hay varios comentarios que, por decirlo livianamente,  hieren mi sensibilidad; y por decirlo hablando en plata, me tocan los cojones. (Perdón por el lenguaje, pero a veces un comentario soez es mucho más explicativo que frases y frases entre maquillaje y florituras cuando se trata de describir emociones).

-En primer lugar, estoy harto de la gente que opina sin saber. ¿Cómo puedes posicionarte y expresarte a favor o en contra del "movimiento 15M" sin haberte leído su manifiesto? ¿sin haberte pasado por una manifestación?... ¿sin saber absolutamente NADA del qué pide esta gente y por qué está ahí?

Otra de las delicias de este país es precisamente esa, todo el mundo habla, lo cual está muy bien, el problema es que nadie trata de buscar información previamente para adquirir unos conocimientos que respalden su posición y afianzarse en ella o, por qué no, descartarla. Y ésto va por todos, ojo, que a mí me encanta debatir con gente que tiene formas de pensar totalmente opuestas a la mía y lo hace razonando, no escupiendo como un loro lo que le ha oído decir a gente de su entorno desde que eran pequeñillos sin más, o lo que dice la televisión.

-En segundo lugar, me llama la atención los comentarios proferidos tipo "si quieren que les den un trabajo, que se pateen la calle echando currículums, en lugar de estar todo el día de manifestación en manifestación". De antemano, no sé en qué se basa esta gente para saber si todas esas personas se dedican a hacer el vago y efectivamente clamar por un trabajo o si, por el contrario, además de echar currículums, renuncian a un tiempo de placidez en un salón con tal de ir a clamar por sus derechos. ¿Acaso no hay muchos padres de familia que después de trabajar toda su vida han acabado en el paro? ¿Acaso nuestro sistema universitario no se dedica a expender y expener titulados que no tienen sitio en el mercado? Que fácil resulta juzgar y etiquetar a la gente.

En cualquier caso, estas ideas cargadas de falacias y prejucios he de decir que resultan para mí como un zarpazo en el tejido de la realidad, en serio, me desplazan y me hacen sentir un extraño, cada vez más fuera que dentro de esta sociedad... En mi plano mental, intento llevar a cabo lo que considero el sano ejercicio de tratar de comprender otros puntos de vista, pero por más que me esmero, no alcanzo a discernir cómo la gente puede opinar de esa manera.
Imagen obtenida de "doctorsito.wordpress.com"

Todavía impera en una mayoría el hecho de que, si uno y su familia poseen bienestar, lo demás importa poco. Ésto, admitámoslo, es así. Y no ya allende el mar, fuera del país... No, lo del vecino de al lado, nos trae igualmente sin cuidado, luego algunos se rasgan las vestiduras preguntándose cómo, a día de hoy, sigue habiendo gente que vive y perece en condiciones tan lamentables en los llamados países tercermundistas, me resulta irónico. Si esta sociedad poseyera un cierto sentido ético, unos valores morales nobles, cosa de la que parece haber sido privada desde hace mucho tiempo, fagocitados todos ellos
por una competitividad extrema y una enseñanza vacía; si ésto fuera así, repito, el peso de las voces que clamarían por la igualdad, por una salida de la crisis que no desfavorezca aún más a los de siempre, no serían aquellos que no poseen trabajo y se tambalean en la precariedad pensando en cómo llegar a fin de mes... Serían precisamente aquellos que, teniéndolo y gozando de cierta seguridad económica, se solidarizasen precisamente con los que no la poseen. Así lo veo yo.

No hace falta ser un perroflauta, ni ser proletario si quiera, no hace falta ser un bolchevique ni estar en el paro... Sólo hace falta tener dos dedos de frente para quitarse la venda que te imponen los medios durante un instante, y cerciorarse de que, todo aquello por lo que luchan estas personas, es algo justo, algo loable: Una necesidad.

Normalmente, me dicen algunos allegados, soy bastante extremo con mi forma de pensar, sin embargo hoy puedo decir que jamás toleraré ideología alguna que obnubile mi mente hasta cavilar con temas como a qué candidato puede beneficiar la manifestación plural y pacífica de unas personas, desechando con ello precisamente la voz de esa manifestación. O etiquetar a esa misma gente con todo tipo de adjetivos faltándoles al respeto cuando no hacen absolutamente nada reprobable.

Yo, el extremista, no entiendo cómo puede anteponerse "el color" de las personas, con todo tipo de prejuicios, cuando se trata de motivos en los que simplemente como personas racionales, todos habríamos de estar de acuerdo. No entiendo cómo la gente no ve más allá de su nariz, el día que mis convicciones me encajonen hasta el punto de cegarme de tal manera, no serán sino una carga.

Concluiré esta reflexión diciendo que sinceramente, no sé cual es la solución para este sistema, pero al menos soy consciente de los problemas que conlleva y trato de analizarlos, la crisis, creo, es tan solo la fisura superficial que se atisba en los pilares. Siempre he sido una persona crítica, pero mi "despertar político" es relativamente reciente, sigo y seguiré informándome, leyendo libros, tratando de adquirir información sobre alternativas, que existen, las habrá mejores y peores, pero no dudéis que las alternativas existen aunque se hayan esforzado tantísimo en que no lo parezca. Y siendo así, es necesario un análisis individual de ellas, ese es a mi juicio un camino que todos hemos de recorrer.

3 comentarios:

Carlos dijo...

Quedandome solo con el final y teniendo mucho que reflexionar sobre lo anterior, he recordado un libro que se esta distribuyendo de forma gratuita por internet "hay alternativas", no he tenido tiempo de leerlo, pero se que habla de otra forma de plantear la economia(uno de los autores es un grandisimo economista, Vincenç Navarro, pero los medios no le hacen caso por que pondria en riesgo muchas cosas), os paso el enlace:

http://www.vnavarro.org/wp-content/uploads/2011/10/hayalternativas.pdf

Espero que sirva para aportar algo diferente.

Nacho dijo...

Muy buena reflexión Mario. Me ha gustado mucho y coincido plenamente con lo que dices. Por lo que veo, yo también soy un extremista porque no me conformo con lo que tenemos y siempre pediré más y más para que la gente pueda cubrir sus necesidades y puedan vivir y sobrevivir sin problemas.

Me bajé el libro de "Hay Alternativas" que menciona Carlos de Vicenç Navarro y ALberto Garzón (el que aparece en 59 segundos y a quien nadie le hace caso en esos "debates"). Tampoco lo he podido leer pero tiene muy buena pinta.

En general, lo que veo es que estamos tomando un modelo de sociedad muy norteamericano, muy individualista y al final, el egoísmo y el narcisismo impera sobre la solidaridad y empatía. El modelo educativo y el modelo económico nos llevan a ello. Una verdadera pena.

¡Un abrazo Mario!

Estetioeslahostia dijo...

*Carlos: Le echaré un ojo al libro cuando pueda... Porque tengo a terminar "El Sueño del Celta" de Mario Vargas Llosa, y empezando "Diez días que estremecieron al mundo", de Jonh Reed. Bueno, técnicamente ahora mismo no estoy leyendo ninguno, bastante tengo con los apuntes de resistencia de materiales para los exámenes de diciembre ;-)

*Nacho: Gracias como siempre por tus comentarios, es un lujo tenerte por aquí ;-).
Respecto a lo que citas acerca de nuestro modelo social y económico,te doy la razón al completo, y espérate a que gane las elecciones don Mariano Rajoy, que su gobierno probablemente nos saque de la crisis... ¿Pero a qué precio? Muy mal pinta la cosa.

Y hablando de temas más livianos ¿Cómo va tu nuevo proyecto en 3i? No sé cómo identificar tus artículos por cierto, ¿eres Nacho Hernández?. Espero que te esté resultando una experiencia positiva, y espero también que tu reparto de curriculums haya sido fructífero ;-)

¡Otro abrazo para ti!

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