jueves, 13 de octubre de 2011 |

Cosas de las que nunca está de más hablar: El coltán.

No es algo novedoso ni mucho menos lo que voy a tratar hoy aquí, pero a mi juicio algo que demasiada gente sigue ignorando. Nos hallamos en la era de los móviles de alta tecnología, de los iPhone, iPads y demás, de las terminales con internet y tarifa plana al alcance de “todo el mundo”. Nunca antes había sido tan fácil acceder a terminales con tan alta funcionalidad, y nunca antes se habían consumido de esta forma, donde no solo se han convertido en un útil de diario utilizado cada vez por más personas y a edades más precoces, también se ha convertido en otro elemento de moda, lo que nos lleva a tener que reemplazarlo por uno nuevo con una frecuencia aún mayor. Las tendencias resultan ser un arma aún más útil que la obsolescencia programada.

Por supuesto, las compañías son las primeras en contribuir en todo este juego, viendo un filón de semejantes proporciones no podrían tardar en ofrecer todo tipo de contratos aprovechando el deseado lanzamiento del último modelo, casi parece que los regalan. Esto plantea, a mi juicio, dos serios problemas.

El primero de ellos, ¿es útil por ejemplo poder conectarse a internet a cualquier hora y en cualquier sitio? Indudablemente. Ahora bien, ¿es algo necesario para la inmensa mayoría de la población? Desde luego que no. Pero cualquier empresa tiene por objetivo más inmediato y casi único la obtención de ganancias, por tanto si hay mercado, se explota. ¿Qué importa si el cliente es un joven de 14 años que lo último que necesita para sus ya de por sí hastiadas cualidades sociales es estar aún más enganchado a internet? ¿Es siempre la tecnología al alcance de todos necesariamente algo que redunde en beneficio? Quizás debería serlo, pero con ciertos problemas de base educacional puede resultar exactamente lo contrario. Últimamente lo he meditado y mucho, no creo que la tecnología sea imperativa del avance de una sociedad, sino el uso que se hace de ésta.

El segundo problema es, no obstante, en el que me gustaría centrarme hoy. Ese problema no es otro que el coltán, creo que no está de más recordar qué es y cómo se obtiene.

El coltán es mineral formado por una mezcla de columbita-tantalita. Del segundo se extrae el tantalio, un elemento crucial para las nuevas tecnologías, concretamente, se utiliza para fabricar condensadores electrolíticos en dispositivos portátiles, MP3’s, ordenadores… y por supuesto móviles. Se trata, en definitiva, de un recurso muy valioso, altamente escaso y no renovable.

La República Democrática del Congo posee el 80% de los yacimientos mundiales de coltán, lo que suscitó el apetito de gobiernos y empresas privadas. Para más inri y como apuntan los informes de las Naciones Unidas, los gobiernos de Ruanda y Uganda comenzaron también pronto a beneficiarse del comercio ilegal de este mineral. Financiando y armando para tal fin a las guerrillas que administran, de manera brutal, las minas en las que trabajan miles de personas sometidas a la esclavitud.

Aldeas completamente arrasadas, asesinatos colectivos, mutilaciones o violaciones son sólo algunas de las prácticas más comunes de estos grupos paramilitares que, como en el caso del Frente Patriótico Ruandés, expolian la región para suministrar directamente el mineral a sus clientes occidentales (principalmente de EEUU, Alemania, Holanda, Bélgica y Kazajistán), proveedores de algunas de las casas fabricantes de productos electrónicos más importantes del mundo. Con los beneficios obtenidos por la venta del mineral se compran más armas que servirán para continuar la guerra.


La guerra del Congo, la más sangrienta en el mundo desde la II Guerra Mundial, comenzó en 1996 después de que la guerra civil y el genocidio atravesaran las fronteras de la vecina Ruanda. Técnicamente se acabó con un acuerdo de paz en 2003, pero cinco años después la violencia no había cesado y se alcanzó un nuevo reparto de poder.

Los militares dicen que la guerra todavía continúa, con las milicias locales integradas en el propio Ejército y luchando contra fuerzas rebeldes de las vecinas Ruanda,Uganda y Burundi. Otras batallas son internas, entre comunidades enfrentadas. Con un subsuelo en el que se cree que hay minerales por valor de unos 17.000 millones de euros, muchas milicias sobreviven luchando por el control de las minas y las carreteras congoleñas.

Entre todo ese caos, y pese a los esfuerzos internacionales para alejarles de la guerra, los niños siguen siendo reclutados y secuestrados por las milicias. Aunque esto se ha intentado atajar en los últimos años y ya no aparece en los medios, La República Democrática del Congo “está dando marcha atrás en sus compromisos para poner fin al uso y reclutamiento de niños y niñas en el conflicto armado”, según un informe de Unicef difundido en marzo de este mismo año.

No soy quién para decirle a nadie lo que debe o no debe hacer, y tampoco voy a instar a no comprar móviles, eso sería completamente demagógico. Sin embargo, sí quería dar algo de repercusión a este tema que prácticamente ha desaparecido de los medios, y expresar mi repulsa hacia el comprar por mero consumismo, más aún sabiendo que ocurren este tipo de cosas. Estoy convencido de que muchas personas de las que lean este escrito desconocían por completo el tema, todavía hay quien ignora que en el régimen en el que vivimos para que nosotros disfrutemos de este nivel de vida, condenamos a otros a estar en condiciones tercermundistas, para que tú tengas ropa en muchas ocasiones unas manos pobremente asalariadas de otro país tendrán que fabricarla. El mundo no funciona de forma aislada.

Al menos ahora ya saben que independientemente de las ofertas de su operadora telefónica y del precio que ésta fije, cambiar de móvil tiene otro precio, del que indudablemente no te habían hablado.



Fuentes de información:

http://miradasdeinternacional.wordpress.com/2010/03/09/coltan-el-negocio-sangriento-de-africa/

http://www.mundo-geo.es/gente-y-cultura/congo-el-negocio-maldito-del-coltan

http://noticias.lainformacion.com/mundo/nina-soldado-en-el-congo-no-me-violaron-porque-ella-me-protegio_12VNhhK69F0OR77xn3zdm4/

Imágenes:

http://www.laaldeaglobal.com/