sábado, 31 de diciembre de 2011 |

Retazos de poesía: En tu interior se hallaba el Edén.

Sensualidad. Por Alejandra Brigante (http://alejandrabrigante.blogspot.com)



Soñé que despertaba a tu lado
yacías desnuda, aún durmiendo
un beso, la llave a tu desvelo
y una sonrisa mostró tu anhelo

Sin distancia entre nuestros cuerpos
das comienzo a rituales íntimos
hasta el lunar más recóndito
para mí no entraña secreto

Siento el calor que tu piel emana
y tu figura se contorsiona
nuestro alrededor: polvo y arena
cuando irradias tu mágico maná

En una danza al unísono
almas y cuerpos se tornan uno
sucumbiendo al placer inefable
y a la certeza más innombrable...

En tu interior se hallaba el Edén.
miércoles, 28 de diciembre de 2011 |

¿A qué renunciarías por un mundo más igualitario?

Consumismo. Imagen obtenida de: www.finanzasdiarias.com
Durante estas Navidades he estado formulándome esa pregunta que, si bien se antoja sencilla, creo que entraña cierto veneno. Abordemos por un momento el sano ejercicio de la reflexión.

Si cuestionásemos a un número suficientemente representativo de personas acerca de si les gustaría que hubiese más igualdad en todos los países, menos hambre, que imparase una situación utópica donde todos pudiésemos convivir en bienestar...  Ya sabéis, todas esas cuestiones dignas de aprenderse de memorieta y ser escupidas en el concurso de misses de turno. ¿Quién podría negarse?, seguramente nadie en su sano juicio. Ahora bien, hablar es gratis (al menos en la mayoría de las ocasiones) y es una práctica muy sencilla, así como declarar buenas intenciones sin llevarlas a término ni implicarse lo más mínimo.

Pensemos de nuevo en ese teórico grupo de gente que, de forma homogénea, se declara a favor de acabar con las desigualdades, pero ahora obliguémosles a implicarse, formulándoles uno a uno la pregunta mágica: ¿A qué estaría dispuesto renunciar usted, personalmente, para lograr un mundo más igualitario?.

Aquí me atrevo a elucubrar que el resultado sería bastante diferente al anterior, seguramente ya nos echarían miradas inquisitivas tildándonos de despojos perrofláuticos "No... Si yo le deseo bien a todo el mundo, pero a cuento de qué me viene usted a mí a decir que renuncie a nada". Pero incluso personas que creerían de forma sincera disponer en su seno de esas buenas intenciones, podrían verse en un dilema a la hora de llevarlas de verdad a cabo. Todos somos conscientes de que hablar es una cosa, y actuar es otra bien distinta.

Supongamos por un momento que fuera posible, supongamos que pudiéramos vivir todos con un nivel equitativo de vida, o al menos sin que nadie tuviera que perecer de hambre, sin niños muriendo de inanición, sin personas padeciendo el frío, la soledad y el desprecio de vivir en la calle... Pero supongamos, pues parece lógico de suponer, que para lograr tan loable empresa todos nosotros, esa porción de la sociedad occidental que disfruta del bienestar proporcionado por nuestro sistema capitalista, tuviéramos que "rebajar" nuestro nivel de vida... ¿A qué renunciarías? ¿A tus viajes? ¿A tu Iphone, tu Ipod ?...  ¿A tu ropa de marca? ¿Renunciarías quizás a parte de tu sueldo, o a ese fantástico coche premium?

 ¿A qué crees tú que estarías dispuesto a renunciar sinceramente? ¿Y a qué crees que lo estaría la inmensa mayoría restante? Aquí concluyo la reflexión y dejo plasmada la pregunta... Espero vuestras respuestas ;-)