viernes, 10 de agosto de 2012 |

De expropiaciones alimenticias a la evasión del debate "de fondo".

Imagen obtenida de "http://www.cosasdefinanzas.es"
Está en boca de todos y copa hasta el último medio, llamada desde "expropiación alimenticia" por el propio José Manuel Sánchez Gordillo (alcalde de la localidad andaluza de Marinaleda, que también vuelve a estar de actualidad); hasta "robo perpetrado por comunistas". Me estoy refiriendo cómo no a lo acontecido el martes, cuando Sánchez Gordillo, acompañado por decenas de personas pertenecientes al SAT invadían el supermercado Mercadona de la barriada ecijana de Alcarrachela llevándose varios carros de comida "para las familias que no tienen recursos".

En los medios de derecha se pide la cabeza del señor Sánchez Gordillo en bandeja de plata, argumentando que un político jamás debiera verse envuelto en semejantes conductas delictivas. Pero hasta sindicatos como C.C.O.O. y U.G.T. se han querido desmarcar de esta actuación.

Se puede discutir sobre lo ilícito de semejante forma de proceder, que es en lo que se ha centrado el debate en la mayoría de los medios, mas a mi juicio ese debate es erróneo y vácuo. Dudo mucho que alguien se plantee seriamente solucionar el problema de España a base de hurtar (que no robar) en supermercados. Se trata, siempre según mi punto de vista, de algo con un fuerte carácter simbólico más que práctico, que debería recordarnos varias cosas:

-En primer lugar este acto denuncia el hecho, que parece olvidado entre la ya casi situación de resignación ante recortes y pérdidas en derechos sociales, de que en España un 21,8% de la población se encuentra bajo el umbral de la pobreza*. Si los medios y las personas fuesen capaces de olvidar por un momento el tema del supermercado y afrontar el problema de raíz, de hacer un ejercicio de abstracción ideológica leve y quitarse por un momento ese "odio al comunismo" tan gastado que ni viene a cuento, y afrontar esa realidad... Habrá pues que plantearse qué sucede con esa gente. ¿"Solucionar" la crisis implica dejar caer a los más débiles? ¿Podemos afrontar alguna medida para mitigarlo (incrementar las ayudas a comedores sociales, organizaciones como Cruz Roja, etc)? ¿Por qué demonios ni tan siquiera se plantea este tema con la que está cayendo? ¿Nadie se da cuenta de semejante evidencia y de lo atroz que resulta evadirla sin más desviando el debate al terreno de lo estéril?

- En segundo lugar me gustaría remitirme a la propia constitución española, ese "pingajo que nadie utiliza excepto para decir que aquí hay un rey" (como ha expresado en repetidas ocasiones el célebre Julio Anguita), la cual reza que "Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general". Con ello no pretendo justificar nada, pues de ese artículo a supeditar los alimentos almacenados en un Mercadona al interés general hay un buen trecho. Mas una cosa sí debiera estar totalmente clara, ¿qué situación puede ser de mayor "interés general" que la nombrada anteriormente? ¿Se os ocurre una situación más alarmante que la de las familias trabajadoras en la calle y sin tener qué comer? ¿La de una generación de jóvenes formados y perdida, sin trabajo y sin futuro?

- En tercer y último lugar me gustaría hablar del insultante ejercicio de hipocresía, sin parangón, con el que pretende premiarnos nuestra corrupta casta política. Partamos por un momento de una hipotética situación de consenso ante la calificación de la conducta de Sánchez Gordillo y el SAT como delictiva, ¿En serio puede esa escoria, la misma que tiene una ingente cantidad de imputados en delitos de muy distinto ámbito y calibre arropados por sus propios partidos, que ni son capaces de dimitir, y que ni uno tan sólo de ellos ha pisado la cárcel, clamar desde su púlpito contra alguien que roba en un supermercado sin ánimo alguno de lucro? ¿Los mismos que hunden las cajas y rescatan los bancos con dinero público saliendo indemnes pueden hacer tal cosa? ¿Aquellos que han arruinado el país con obras faraónicas y políticas del más absurdo desfalco cuyo único motivo de justificación era el reclamo de votos y que cuyo agujero en la economía arrastrarán futuras generaciones? ¿Hasta cuando van a seguir tirando de la cuerda en este juego que sobrepasa lo surrealista sin que se les caiga la cara de vergüenza?

 
*Fuente: Tercera Información